jueves, 14 de junio de 2012

La tendencia a la actualización

La tendencia a la actualización es un concepto fundamental en la teoría de Carl Rogers. Rogers observa que en el universo existe una “propensión permanente hacia un orden creciente y una compleja capacidad de interrelación". Cada organismo "tiene la tendencia innata a desarrollar todas sus potencialidades". Para Rogers la tendencia a la actualización implica "el desarrollo en el sentido de la autonomía y en sentido opuesto a la heteronomía o control ejercido por fuerzas externas".

En El poder de la persona Rogers expone:

"Esta tendencia puede expresarse en el mas amplio rango de conductas y como respuesta a una inmensa variedad de necesidades. Algunas necesidades básicas deben ser al menos parcialmente satisfechas, antes de que otras necesidades se hagan urgentes. En resumen, estamos tratando con un organismo que esta siempre motivado, que esta siempre “listo para hacer algo”, que está siempre buscando. De modo pues que reafirmo, aún con más fuerza que cuando propuse este concepto por primera vez, mi creencia de que hay una fuente central de energía en el organismo humano; que esta es una función confiable de todo el organismo humano y no de una parte de él: y que es quizás mejor conceptualizarla como una tendencia hacia la realización, hacia la actualización, no sólo hacia el mantenimiento, sino también hacia el mejoramiento del organismo.

La trágica condición de la humanidad es que ha perdido confianza en sus propias direcciones internas no conscientes. Para mí, el remedio a esta situación esta en la increíblemente difícil pero no imposible tarea de permitirle al individuo humano crecer y desarrollarse en una relación continua y confiada con la tendencia formativa actualizante y con su proceso interno. Si la conciencia y el pensamiento consciente son vistos como parte de la vida, no como su maestro ni como su oponente , sino como una iluminación que se desarrolla dentro del individuo, entonces toda nuestra vida puede ser la experiencia unificada y unificadora que parece ser característica en la naturaleza."


Creer en esta tendencia actualizante que propone Rogers tiene consecuencias en la clínica:

 Un terapeuta siempre tiene su propio ideal (consciente o inconsciente) de lo que implica una curación o un cambio significativo. Es este ideal el que provoca que, a veces, el terapeuta pueda intentar "solucionar" la vida a su cliente o los problemas que le van surgiendo. Este mismo ideal es el que hace que pueda impacientarse si la persona no cambia suficientemente rápido o decepcionarse si la persona no cambia en aquellas áreas que el terapeuta estima adecuadas. Creer en la tendencia a la actualización es creer que el cliente está preparado para el cambio, que cambiará a su propio ritmo y según sus propias preferencias. Se trata, en cierta forma, de no desear nada para la persona y, en todo caso, revisar si se está proporcionando a la persona la empatía adecuada y si somos capaces de aceptarla incondicionalmente. En caso de que la respuesta a estas dos preguntas sea negativa el terapeuta tendrá dos opciones:

1. Revisarse personalmente para ver si es posible el cambio que permita al cliente avanzar (es decir, que cuando el cliente no avanza, el cambio, en todo caso, debe ser del terapeuta).

2. Si la dificultad es insalvable es conveniente ser congruente y optar por la derivación a otro profesional.

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