La atención flotante propugnada por Freud para el tratamiento psicoanalítico implica no privilegiar ningún material expuesto por el paciente sobre otro. Consiste, en la médida de lo posible, en no tener hipótesis previas que nos puedan hacer pasar por alto determinados indicios. La atención flotante implica, de esta manera, una determinada actitud del analista.
En este artículo en Página 12 se relaciona la atención flotante de Freud con la actitud oriental de disponibilidad.
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