viernes, 21 de marzo de 2014

La obsesión por el ejercicio o vigorexia

Las personas que padecen vigorexia suelen ser jóvenes de entre 18 a 35 años. Tradicionalmente ha sido más frecuente en los varones, aunque en los últimos años se está produciendo un aumento de casos entre las mujeres.

La vigorexia puede darse, principalmente, por dos causas:

 - Por una alteración de la imagen corporal, que hace que el afectado nunca se vea lo suficientemente fuerte o en forma.

 - En personas que, sin tener una alteración en su imagen corporal, practican ejercicio de forma compulsiva, entrenando diariamente y sintiéndose mal si no lo hacen.

  La vigorexia suele tener que ver con una falta de autoestima, y podríamos clasificarla dentro de lo que se ha dado en llamar adicciones no tóxicas o socioadicciones.

  Para poder superar una vigorexia suele ser necesario un apoyo psicológico y/o psiquiátrico que ayude a la persona a tener una relación sana con el deporte. Para ello es necesario conseguir que los afectados cambien su propia autoimagen corporal, profundizando en las causas que provocan que el deporte o el físico ocupen un lugar tan preponderante en la vida de la persona.



 

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