La denominada “ilusión de las alternativas” es un método muy
eficaz para conseguir enrarecer sus relaciones personales. Consiste en ofrecer
dos alternativas a su interlocutor y, una vez que éste ha decidido escoger una
de ellas, echarle en cara no haber escogido la otra. Existen muchas variantes
de la “ilusión de alternativas” pero todas tienen en común el ser un método
rápido y seguro para empeorar las relaciones personales. Supongamos, por
ejemplo, que regalamos a nuestra pareja dos prendas de ropa y que al abrir el
envoltorio a él/ella se le ilumina la cara y se prueba rápidamente una de los
dos prendas. Ese es el momento perfecto para poder utilizar la ilusión de
alternativas y decirle: ¿Cariño, es que no te gusta la otra?
Puede, también, proponerle a su pareja que el próximo fin de
semana podrían ir a comer a casa de sus padres o de sus suegros y, dependiendo
de su respuesta, contestar: “No sé que te han hecho mis padres para que nunca quieras
venir” o bien “ No sé por qué nunca me quieres llevar a comer con tus padres”.
No se olvide, tampoco, de utilizar el humor para hacer
sentir mal a las personas queridas. Es muy sencillo, simplemente diga algo
medio en broma, medio en serio. Si su acompañante se lo toma a broma repréndale
con dureza por no tomarse las cosas en serio; si se lo toma en serio aféele su
falta de sentido del humor y su incapacidad de captar las bromas.
Sólo hace falta un poco de práctica para convertirse en un
experto en este tipo de tácticas y conseguir que las personas que le rodean empiecen
a evitarle, primero, y, con el tiempo, se alejen definitivamente de usted.
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